domingo, 25 de agosto de 2013

La ocupación de Afganistán fue un acto basado exclusivamente en los intereses del socialimperialismo soviético


Los acólitos del revisionismo brezhnevista siempre defendieron los motivos que el socialimperialismo soviético tuvo para ocupar Afganistán, justificándolo con un supuesto “internacionalismo proletario” de los renegados revisionistas, y destacando la “necesidad” de ayuda que tenía el gobierno afgano de proteger el “régimen socialista” ante los enemigos internos y la injerencia del imperialismo norteamericano. “No fue invasión”, dicen los cachorros del revisionismo, “el gobierno socialista pidió la ayuda de la URSS”. Como si la historia no registrara ocupaciones imperialistas a pedido de sectores dentro del país, en base a mil pretextos.

Publicamos a continuación el resumen de una reunión del Buró Político (Presídium) del PCUS revisionista, en enero de 1980, que ilustra el enfoque, la práctica y el lenguaje que este partido tenía al tratar cuestiones internacionales. Al abordar la cuestión de Afganistán, los jerarcas del socialimperialismo no empiezan con las palabras: “el socialismo en Afganistán está en peligro, etc.…”, sino “por los intereses nacionales de la URSS…”; y hablan de “regiones que son de importancia estratégica para la Unión Soviética”, al igual que cualquier país imperialista que asume como su derecho tener intereses en cualquier parte del mundo, sin utilizar por lo menos el disfraz de los intereses de la revolución y el socialism. Tampoco es nuevo advertir la forma en que disponen a voluntad de sus satrapías ("utilizando los recursos de Cuba y la República Socialista de Vietnam...").
 
 


 
Proletarios de todos los países uníos

Devuélvase en el plazo de 3 días al CC del PCUS (Departamento General, 1er. Sector)
Partido Comunista de la Unión Soviética. COMITÉ CENTRAL

ULTRA SECRETO
[Sello]
NO SE AUTORIZA SU PUBLICACIÓN 
 
No. P181/34 
 
A los camaradas Brezhnev, Andropov, Gromyko, Suslov, Ustinov, Ponomarev, Rusakov,
 
Extracto del protocolo nº 181 de la sesión del Buró Político del CC del PCUS del 28 de enero de 1980 
 
Acerca de nuevas medidas para velar por los intereses nacionales de la URSS en relación con los acontecimientos en Afganistán 
 
De acuerdo en todo con las consideraciones que son presentadas en la nota adjunta de los camaradas Gromyko, A.A., Andropov, Iu.V., Ustinov, D.F., Ponomarev, B.N. 
 
El MRE URSS, el Ministerio de Defensa, la KGB URSS y el Departamento Internacional del CC del PCUS deben guiarse por estas consideraciones en la elaboración y aplicación de medidas prácticas en Afganistán. 
 
SECRETARIA DEL CC 
 
[Impreso verticalmente en el margen izquierdo]
Nota: Los camaradas que reciben documentos de sumo secreto del CC del PCUS no pueden transferirlos o darlos conocer a nadie que no tenga un permiso especial del CC. Está categóricamente prohibido hacer copias o tomar notas de tales documentos. El camarada a quien se dirige el documento debe poner su firma y la fecha, después de tomar conocimiento de su contenido.
 
Re: Punto 34 Protocolo nº 181 
 
Ultrasecreto
Archivo Especial 

Al CC del PCUS
 
Acerca de nuevas medidas para velar
por los intereses nacionales de la URSS
en relación con los acontecimientos
en Afganistán
 
El suministro de asistencia multifacética, incluida la militar, por parte de la URSS, y el ascenso al poder gubernamental de Babrak Karmal han creado las condiciones necesarias para la estabilización de la situación en la RDA y pone fin a ciertas tendencias en el desarrollo de la situación en el Oriente Medio que son peligrosas para nosotros. 
 
Además de esto, el desarrollo de los acontecimientos atestigua el hecho de que los EEUU, sus aliados y la República Popular China se han fijado el objetivo de utilizar al máximo los acontecimientos en Afganistán para intensificar la atmósfera de anti-sovietismo y justificar los actos de política exterior a largo plazo que son hostiles a la Unión Soviética y dirigidos a cambiar el equilibrio de poder en su favor. Brindando una mayor asistencia a la contrarrevolución afgana, Occidente y la República Popular China cuentan con que tendrán éxito en inspirar un conflicto prolongado en Afganistán, como consecuencia de lo cual, en su opinión, la Unión Soviética quedará atada en ese país, lo que incidirá negativamente en el prestigio internacional y la influencia de la URSS. 
 
En el futuro, también, la necesidad de velar por los amplios intereses de la política exterior y la seguridad de la URSS va a exigir la preservación del carácter ofensivo de las medidas que llevamos a cabo en relación con los acontecimientos afganos. En la elaboración y la realización de ellos, sugerimos que es conveniente guiarse por lo siguiente.
 
- En lo sucesivo, en las relaciones con los EEUU, mantener una línea firme en los asuntos internacionales, en oposición a las medidas provocadoras de la Administración Carter. A pesar de que Washington, en el futuro seguirá iniciando campañas antisoviéticas y se esforzará por dar un carácter coordinado a las acciones de sus aliados, hay entender que nuestras contramedidas se derivan de la inconveniencia de complicar todo el complejo de relaciones a varios niveles entre la Unión Soviética y los EEUU. 
 
- Intensificar nuestra influencia en las posiciones de los distintos aliados de EEUU en la OTAN, sobre todo en Francia y la RFA, en la máxima medida posible, utilizando a favor de nuestros intereses las diferencias que se han revelado entre ellos y los EEUU en cuanto a la elección de medidas en respuesta a las acciones de la Unión Soviética en Afganistán.
 
- Teniendo en cuenta que los acontecimientos en Afganistán están siendo utilizados por los EEUU y la República Popular China como pretexto oportuno para un mayor acercamiento con carácter antisoviético, planificar medidas de largo plazo para complicar las relaciones entre Washington y Beijing en el contexto del desarrollo de las relaciones en el marco de la llamada triple alianza de los EEUU, China y Japón.
 
- Considerar, con los dirigentes de los partidos comunistas y obreros de los países capitalistas y países en desarrollo, la cuestión del despliegue de una amplia campaña en apoyo de la revolución afgana y a la ayuda fraterna de la Unión Soviética a la RDA. Además, a través de medios no oficiales llevar a cabo medidas para atraer a esta campaña a otras organizaciones de masas, órganos de la prensa, etc. 
 
- En el Movimiento de Países No Alineados, utilizando los recursos de Cuba y la República Socialista de Vietnam, y también a los países que pertenecen al ala progresista del Movimiento de Países No Alineados, inspirar declaraciones de apoyo al gobierno afgano y evitar posibles intentos de Occidente y China para provocar que el Movimiento condene las acciones de la Unión Soviética, aísle a Afganistán y utilice el desarrollo de la situación para debilitar el ala progresista del movimiento de Países No Alineados.
 
- Concentrar los esfuerzos principales en oponerse a la actividad hostil de los EEUU y sus aliados en los países islámicos del Medio y Cercano Oriente, sobre todo en Pakistán e Irán, y también en ciertos países influyentes de Asia, como la India. Oponerse activamente a la política de Washington de formar un frente unido de Occidente y ciertos países musulmanes y de reorientar el fanatismo islámico en un curso antisoviético. 
 
- Partiendo del hecho de que los EEUU y China están tratando de usar más activamente a Pakistán y que las bases más importantes de las formaciones de bandidos afganos se encuentran en el territorio de ese país, ejercer constantemente una influencia moderadora sobre el régimen de Zia Al-Haq, incluso a través de canales especiales, y empujarlo a aceptar medidas para limitar las acciones de los rebeldes desde territorio paquistaní.
 
- Poner en vigor medidas dirigidas a la preservación de los elementos antiimperialistas, principalmente elementos antiestadounidenses, en la política exterior de Irán, en la medida en que la continuación de la crisis en las relaciones entre Irán y EEUU limite las posibilidades potenciales del régimen de Jomeini para inspirar levantamientos antigubernamentales con fundamentos musulmanes en Afganistán. 
 
- Teniendo en cuenta que las posibilidades de Occidente y China para lograr sus objetivos estratégicos en Afganistán están debilitados por la ausencia de una oposición política bien organizada e influyente al poder popular, prestar seria atención a la realización de medidas, incluidas las de naturaleza especial, para desmoralizar a las organizaciones de inmigrantes afganos y desacreditar a sus líderes. 
 
- En relación a la consideración de la Asamblea General de la ONU sobre la “cuestión afgana”, activar el trabajo de desenmascaramiento de las maquinaciones antisoviéticas y antiafganas de los EEUU, sus aliados y China, así como la neutralización de las consecuencias de esas acciones que son desfavorables para la URSS y la RDA.
 
- Durante la aplicación de la política exterior y las medidas propagandísticas, utilizar más ampliamente la tesis de que la asistencia militar de la Unión Soviética a Afganistán no puede verse al margen de los actos de provocación de Estados Unidos, que ya han sido llevados a cabo a lo largo de mucho tiempo, para lograr ventajas militares unilaterales en regiones que son de importancia estratégica para la Unión Soviética. 
 
En relación con la difícil situación interna política y económica de la RDA, junto con la intensificación de las posturas antisoviéticas que se observan en parte de la población afgana como resultado de la actividad criminal de H. Amin y su círculo, evidentemente se necesitará un cierto periodo de tiempo para la normalización de la situación en Afganistán. 
 
La consolidación del poder popular en el país durante los próximos años y la estabilización de la situación política y económica nacional en Afganistán, en gran medida dependerá del grado que en que se logre la verdadera unidad en las filas del Partido y la unificación de todas las fuerzas patrióticas y progresistas nacionales en el marco de un frente unido. 
 


 
Teniendo esto en cuenta, proporcionar ayuda y todo el apoyo al liderazgo del PDPA en la realización de los objetivos de la revolución de Abril y en el cumplimiento de nuestras recomendaciones sobre las cuestiones clave de la construcción del Partido y el Estado y el desarrollo de la economía, propuestas fundamentales que se pueden resumir de la siguiente manera: 
 
- Aplicación coherente en la vida del Partido y de la construcción del Partido de la línea de la unidad del partido que ha sido recomendado a los camaradas afganos en la Sala de Apelaciones de la CC del PCUS a la dirección de la PDPA. Identificación y aislamiento, tanto en el centro como en las regiones locales, de las personas que puedan oponerse a esa línea, para que no puedan ejercer una influencia desmoralizadora en el Partido.
 
- Utilización de la experiencia de una serie de países socialistas (Checoslovaquia, Bulgaria y otros) en la resolución de la cuestión de la creación de un amplio frente genuinamente representativo de organizaciones democráticas y de izquierda, encabezado por el PDPA. Fortalecimiento de la influencia del Partido sobre la juventud afgana, especialmente entre los estudiantes, la creación, con asistencia del Komsomol, de una serie de organizaciones deportivas, culturales y de otro tipo.
 
- Máxima consolidación y desarrollo de bases sociopolíticos progresistas de la RDA; aceleramiento en la elaboración y aceptación de una nueva Constitución; creación de oportunidades para que los representantes de las tribus y de las minorías nacionales participen de pleno derecho en la labor de los Dzhirgs y los ayuntamientos.
 
- Establecimiento de contactos y realización de negociaciones con los líderes y ancianos de la mayoría de tribus guerreras de la RDA, y búsqueda de formas para lograr el compromiso más rápido sobre las condiciones para el cese de la lucha contra el gobierno. Aplicación de una línea de ataque gradual de la posición de la reacción tribal; demostración de flexibilidad y enfoque diferenciado de las diversas tribus y estratos socioeconómicos.
 
- Elaboración de un plan a largo plazo de trabajo con los clérigos musulmanes, que prevé atraer a líderes moderados musulmanes a cooperar con las autoridades; aislamiento de los representantes de los círculos reaccionarios clericales; establecimiento de contactos con el clero chiíta; inadmisibilidad de cualquier forma (incluidos los económicos) de discriminación de los chiítas.
 
- Establecimiento de una vida económica normal en el país, y, en particular, la mejora de la base material para los trabajadores de la ciudad y el campo. Disposición de una cooperación equilibrada y mutuamente beneficiosa entre los sectores estatal y privado. Presentación de las posibilidades más amplias en materia de comercio interior y exterior, así como en la esfera de la producción para la burguesía media y sobre todo para la pequeña burguesía, manteniendo el control del Estado.
 
Además de esto, por nuestra parte:
 
- Colaborar con la dirección del PDPA para llevar a cabo su programa de política exterior y elaborar nuevas medidas para consolidar la posición de la política exterior de Afganistán.
 
- Proporcionar asistencia práctica total en la construcción militar, teniendo en cuenta la creación rápida de un ejército popular equipado, organizado y militarmente preparado.
Facilitar la consolidación de la posición del PDPA entre los oficiales de mando, así como la intensificación del adiestramiento del ejército en el espíritu de la devoción al poder popular de Afganistán. 
 
- Teniendo en mente las tareas complejas que los servicios especiales de Afganistán deben resolver, acelerar el cumplimiento del programa de asistencia, a través de todos los canales de trabajo, a los órganos de seguridad del Estado, de asuntos internos y las milicias populares, tanto en el centro como las regiones locales. 
 
Teniendo en cuenta que en la primavera de 1980 puede haber en Afganistán una activación adicional de la insurgencia, y también teniendo en cuenta las conocidas particularidades históricas y nacionales de los afganos, llevar a cabo consultas con el Ministerio de Defensa y el Gobierno de la RDA y concluir los acuerdos pertinentes que definan el estatus y la posición jurídica de los contingentes militares soviéticos durante todo el periodo de su presencia en Afganistán. 
 
Solicitamos su consideración. 
 
A. Gromyko
Iu. Andropov
D. Ustinov
B. Ponomarev
 
27 de enero de 1980
 
Nº 210-A
12 copias
 
TsKhSD
F. 89
OP. perech. 34
D. dokum. 3
L.L. 8 pp.
 
Copia nº 27.IV.1994 
 
Traducido para “Crítica Marxista-Leninista” por Facundo Borges

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